Seguimos dando gracias. A las pocas horas de nacer (cuando se iniciaba la votación) las redes sociales y los medios digitales han comenzado a llenarse de apoyos y aportaciones. Vamos a intentar hacernos ecos de todas ellas, aunque seguro que se nos escapan (podéis mandarnos la información a través de las redes sociales o al correo consulta@estrellacervantes.es) si veis alguna falta que podamos corregir. Mientras tanto, aquí está una remesa de blogs que se han hecho eco de la noticia.
El blog de Next Door: Pongamos a Cervantes en el cielo
Hoy traemos a nuestro blog una iniciativa que nos encanta por tres motivos: trata de ciencia, trata de literatura y se trata de una ocasión única en la historia de la humanidad.
¿De qué se trata?
Hoy 12 de agosto, la Unión Astronómica Internacional (IAU) abre un proceso para recibir propuestas y votar cómo nombrar 20 nuevos sistemas planetarios descubiertos en los últimos años. La comunidad astronómica española se ha fijado en la estrella μ (leído ‘mu’) Arae, y los cuatro planetas que la orbitan, para llevar a Cervantes hasta el universo, y a cuatro de los personajes de su obra principal: Quijote, Rocinante, Sancho y Dulcinea.
El sistema planetario μ Arae se encuentra a 49,8 años luz de distancia en la constelación Ara (el altar). Alrededor de su estrella se han descubierto cuatro planetas que, hasta ahora, se conocen como μ Arae a, b, c y d. Según la propuesta, la estrella se renombraría como Cervantes y sus planetas tomarían los nombres de sus personajes principales: Quijote, Rocinante, Sancho y Dulcinea. (Más info en PDF al final de esta noticia).
A partir de hoy la iniciativa #YoEstrellaCervantes compite con otras 12 propuestas internacionales, y necesita que todos votemos y hagamos campaña para llevar el nombre de Cervantes a las estrellas. Por primera vez en la historia. ¿Qué pensaría nuestro famoso escritor si supiera que su nombre ha llegado más allá de los límites de nuestro planeta?
En la web www.estrellacervantes.es encontraréis toda la información así como el procedimiento para votar.
(…sigue)
En Yahoo Noticias:
Cervantes, Quijote o Rocinante podrían ser los nuevos nombres de un sistema solar
A partir de hoy puedes votar para ponerle nombre a 20 nuevos sistemas planetarios descubiertos
La Unión Astronómica Internacional (IAU) tiene en marcha un proceso internacional para recibir propuestas y votar cómo nombrar 20 nuevos sistemas planetarios descubiertos en los últimos años. La comunidad astronómica española se ha fijado en la estrella μ (leído ‘mu’) Arae y los cuatro planetas que la orbitan para llevar al Universo a Cervantes y a cuatro de los personajes de su obra principal: Quijote, Rocinante, Sancho y Dulcinea.
La iniciativa parte del Planetario de Pamplona y la Sociedad Española de Astronomía. Tras varios meses de preparación, la votación internacional ya está abierta a través de internet, y se puede participar muy fácilmente desde la web www.estrellacervantes.es hasta el día 31 de octubre de 2015.
La estrella Cervantes compite con una docena de propuestas rivales de todo el mundo, por lo que la movilización de votantes será la clave para que nuestro autor más afamado ocupe un lugar en el Universo.
En el cielo hay una estrella de cuyo nombre podrás acordarte…
No hay duda de la trascendencia de Miguel de Cervantes y de su obra principal, el Quijote, en la cultura universal. Sin embargo, mientras que Shakespeare ya tiene nombres de sus personajes como satélites de Urano, Cervantes ha sido hasta ahora excluido de las esferas cósmicas.
Con esta propuesta, apoyada por el prestigioso Instituto Cervantes, y que prácticamente coincide con la celebración del 400 aniversario de la publicación de la segunda parte de la novela, se reclama para el famoso caballero de la Mancha, sus compañeros y su creador el lugar que se merecen entre las estrellas.
(…sigue)
Miles de millones:
Un sistema solar puede llevar el nombre de Cervantes. ¡Ya podemos votar!
(Autor: Juan José Gómez @juanjogom)
Hoy acaba de empezar el plazo para nombrar a 20 nuevos sistemas planetarios, la Unión Astronómica Internacional quiere dar nombre a 20 estrellas con sus respectivos planetas y para ello ha habilitado un proceso de votaciones abierto a todo el mundo.
Entre esas 20 estrellas una puede llevar nombre español, la estrella Cervantes, con sus cuatro exoplanetas conocidos hasta la fecha y de cuyo nombre no quiero acordarme… bueno si quiero, son Dulcinea, Rocinante, Quijote y Sancho.
El Planetario de Pamplona, con el apoyo de la Sociedad española de astronomía (SEA) y el Instituto Cervantes, ha impulsado una campaña para dar nombre a la estrella µ (mu) Arae y a sus cuatro planetas con el nombre de Cervantes y los de los principales personajes de su más famosa novela.
Este es el enlace para votar a nuestra estrella Cervantes. Además esta la web oficial donde puedes consultar más detalles sobre la ilusionante propuesta de llevar nuestra cultura a las estrellas.
El hastag en twitter va a ser #YoEstrellaCervantes y el plazo es hasta el 31 de Octubre de este año.
Desde milesdemillones apoyamos esta iniciativa y deseamos que pronto podamos alzar la vista para buscar a nuestra estrella Cervantes. ¡Necesitamos vuestro apoyo!
El Profe de Física:
Una estrella llamada Cervantes
Todos los multados por radares de tráfico han sido víctimas del efecto Doppler. El policía lanza un haz de radar hacia el vehículo, y al rebotar en éste su frecuencia disminuye levemente, lo que permite determinar la velocidad del coche. Cuando una ambulancia se acerca hacia nosotros el pitido de su sirena es más agudo, y cuando se aleja se hace más grave.
A finales del siglo XIX alguien pensó en usar esta técnica para detectar estrellas débiles en sistemas binarios. La idea es que ambos cuerpos giran en torno a su centro común de masas. Si el plano de la órbita de ambos cuerpos es paralelo a la línea de visión desde la Tierra (es decir, si vemos ese plano orbital de perfil), el resultado es que la estrella principal se acerca y aleja, de modo que podríamos analizar su espectro de luz en busca de esas pequeñas variaciones de frecuencia que nos mostrarían el efecto Doppler y nos permitirían deducir la existencia de un cuerpo en órbita.
¿Podríamos usar esta técnica para detectar posibles planetas extrasolares? El astrónomo Otto Struve lo propuso en la década de los cincuenta, pero los números no son favorables. Un planeta con la masa de Júpiter que orbitase una estrella como el sol a una distancia de 3 millones de kilómetros (cincuenta veces más cerca que la Tierra) produciría una oscilación en la velocidad de la estrella de unos 200 metros por segundo, algo menor que la velocidad de un avión comercial… y cuatro veces mayor que los errores experimentales en tiempos de Struve.
Pero en los años setenta, la precisión de los espectroscopios había aumentado tanto que podría detectar el planeta Júpiter desde una estrella cercana. Durante la década de los ochenta se buscaron planetas extrasolares mediante la llamada técnica de velocidad radial, y en los noventa llegó la revolución: los planetas comenzaron a aparecer a montones. De repente, nos dimos cuenta de que nuestro sistema planetario no solamente estaba solo en el Universo sino que formaba parte de una gran muchedumbre.
En 2003, uno de los telescopios del observatorio La Silla, en Chile, fue actualizado con un espectroscopio ultrasensible llamado HARPS. Su sensibilidad era tal que podía medir la velocidad de una estrella con una precisión de 0,2 metros por segundo, menos que la velocidad de un bebé gateando. Esa precisión permitió examinar con sumo cuidado una estrella llamada mu Arae, una estrella parecida a nuestro Sol.
Los resultados indicaron que esa estrella tiene no uno sino cuatro planetas: mu Arae b, c, d,e. Tres de esos planetas son gigantes gaseosos tipo Júpiter, a distancias de entre 0,9 y 5,2 unidades astronómicas (la distancia Tierra-Sol es una UA por definición). El cuerto, mu Arae c, es una supertierra, con una masa diez veces superior a la terrestre y un radio orbital diez veces menor que el de la Tierra. Un sistema de lo más variopinto.
El problema de los exoplanetas está a la hora de darles nombre. Sencillamente, no damos abasto. En el momento de escribir estas líneas, la base de datos exoplanets.eu abarca 1944 planetas extrasolares en 1228 sistemas planetarios. Muchas de las estrellas de esos sistemas han sido bautizados de modo caótico, según el nombre del observatorio o satélite que los encuentra. Sin embargo, hay unos pocos sistemas extrasolares con nombre, ya que sus estrellas son visibles desde la Tierra y fueron sido bautizadas hace siglos. Por ejemplo, mu Arae es una estrella de magnitud 5,1 en la constelación del Altar (Ara).
A pesar de eso, me imagino una nave de exploración estelar en el siglo XXII examinando el sistema estelar: “capitán, hemos examinado el planeta b, nos dirigimos hacia el planeta c, no, he dicho el c, nadie ha dicho b, te digo que estamos en el planeta b, la madre que parió al que puso estos nombres, esto no es lógico.”
Bautizar los planetas con letras no es de lo más elegante. Eso es lo que han pensado la Unión Astronómica Internacional (IAU), que ha aprovechado la oportunidad para hacer un concurso. En la página Name Exoworlds, el visitante puede votar el nombre de hasta 20 sistemas planetarios extrasolares, escogidos entre los más molones por sus características.
¿Y por qué os cuento todo esto? Pues porque el Planetario de Pamplona, la Sociedad Española de Astronomía y el Instituto Cervantes han decidido apostar fuerte en el asunto. Si consiguen su propósito, la estrella mu Arae pasará a llamarse Cervantes. También se bautizarán sus planetas:
– mu Arae b, el primer planeta descubierto en el sistema, un gigante gaseoso a 1,6 UA, seráQuijote.
– mu Arae c, la Supertierra cercana al planeta, será la bella Dulcinea.
– mu Arae d, el pequeño gigante gaseoso con un radio orbital casi igual al de nuestra propia Tierra, será el flaco Rocinante.
– mu Arae e, el más masivo del sistema, ubicado a casi la misma distancia que nuestro Júpiter, será el fiel y orondo Sancho.
Así que ya pueden ustedes ir pasando en fila ordenada por la web de votación. Consigamos que el viejo hidalgo castellano siga viviendo en un lugar del firmamento de cuyo nombre no nos olvidaremos, concretamente a 1,5 unidades astronómicas en torno a una estrella de clase G3 distante 50 años-luz, con coordenadas de ascensión recta y declinación 17:44:08.0, -51:50:02.
PD: Por pura casualidad, en estos momentos estoy escribiendo un libro sobre exoplanetas. Tengo una fecha de entrega, pero es posible que, entre revisiones, correcciones y galeradas, pueda incluir la decisión final de la IAU, que se anunciará a mediados de noviembre. Me encantaría poder escribir que Cervantes tiene un lugar en el cielo, así que corred la voz y votad. Todos. Porfa.